Como todos los años por estas fechas se vuelve a poner encima de la mesa la cuestión del cambio de hora. El próximo fin de semana regresaremos al llamado “horario de invierno”, fecha en la que tendremos que retrasar nuestros relojes una hora. Coincidiendo con este cambio, un grupo de expertos ha solicitado que el Consejo de Estado de la Unión Europea recupere y ponga en marcha el proyecto de acabar para siempre con esta costumbre. De hecho, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo ya se comprometieron a ello en 2019. Sin embargo, la irrupción de la pandemia hizo que los gobiernos apartasen esta decisión por no considerarla prioritaria.
Plan de transición
Un grupo de expertos ha creado un plan de transición con el objetivo de establecer zonas horarias naturales, de forma permanente, sobre los países europeos. La propuesta será presentada oficialmente esta semana dentro del Barcelona Use of Time Week, un evento destinado a reflexionar sobre el uso del tiempo y la reforma horaria.
La idea consiste en que Europa se adapte al llamado mapa de 24 franjas horarias en las que se divide todo el planeta. Cada país, según este plan, debería ajustarse a la hora natural u hora solar que le corresponde.
Un plan, dos fases
El plan establece una primera fase en la que todos los países eliminen el cambio de hora en primavera con el fin de mantener la hora usada en invierno. A partir de este punto, los países que se encuentren ya en su zona horaria recomendada no necesitarán pasar al siguiente paso.
En la segunda fase, aquellos países que todavía no hayan alcanzado su hora estándar, como es el caso de España, Portugal, Bélgica, Francia, Grecia, Irlanda, Luxemburgo y Países Bajos, retrocederán sus relojes por última vez el próximo otoño. De esta forma, adoptaran su zona horaria recomendada como nueva hora estándar.
Mapa de los husos horarios europeos
En este mapa se muestra cómo quedaría divida Europa con los husos horarios planteados.
Beneficios sobre la salud y el ahorro energético
En España siempre se ha comentado que deberíamos adoptar el horario de Londres, es decir, una hora menos que en el resto del continente europeo, al igual que ocurre en Portugal y las Islas Canarias. La pregunta es si conviene quedarnos con uno o con otro. A este respecto, los expertos siempre han defendido que esta regulación sería a corto plazo beneficiosa tanto para la salud como para el ahorro energético.
Se desconoce, a fecha de hoy, si el plan puede ponerse en marcha a partir de 2023. Por el momento toca volvernos a adaptar al cambio de horario de invierno. En el artículo, que encontraréis en el siguiente enlace, planteábamos una serie de recomendaciones para hacer más llevadero este cambio.