Desde hace años, Internet es el campo de batalla entre creadores, usuarios y plataformas digitales. Los creadores siempre han denunciado la falta de control sobre el uso y consumo de su propia obra, mientras que los usuarios defienden el derecho al acceso a la cultura, al tiempo que denuncian que los precios de los productos culturales son demasiado elevados. Esto ha dado lugar a soluciones como Spotify o Netflix, pero aun así, el conflicto sigue candente. En los últimos días, hemos visto cómo se volvía a encender con la aprobación del artículo 13 por parte del Parlamento Europeo, hasta el punto de que youtubers como Jaime Altozano afirman que es posible que tenga que cerrar su canal de Youtube, pero ¿en qué consiste este artículo? Ahora te lo explico, Mamitech.
En qué consiste el Artículo 13 aprobado por el Parlamento Europeo
Evidentemente, lo que está en juego son los derechos de autor, el Copyright. Hasta ahora, cuando alguien sentía que sus derechos como creador habían sido violentados, era esta persona o empresa quien debía denunciar el caso a la plataforma donde estuviera a alojado el contenido. A partir de ese momento, la empresa comenzaba un proceso para evaluar el caso. Pues bien, según la nueva normativa, esto cambia completamente, ya que obliga a que sean las plataformas las que monitoricen los contenidos que se comparten en las redes sociales. Por tanto, el responsable legal de la publicación de los mismos serán las webs.
Por su parte, Google y Youtube han reaccionado con rapidez para mostrar su desacuerdo. Según explican, la cuestión del Copyright es mucho más compleja de lo que podemos creer. La propiedad intelectual de una canción, por ejemplo, se divide entre diferentes personas, empresas o instituciones. Por tanto, será muy complicado colgar esa canción sin que algunos de estos actores sean afectados.
En cualquier caso, en muchos casos, como el de Jaime Altozano, se usan esas canciones no como una mera reproducción “pirata”, sino que el youtuber lo utiliza como material didáctico. El problema, según él mismo explica en su canal, es que esos filtros que estarán obligados a usar Google, Instagram… solo “sabe de datos, no de contextos”. Por tanto, lo esperable es que en cuanto dicho filtro detecte la reproducción de una canción de Rosalía, bloqueará el vídeo automáticamente, a pesar de que se trate de un análisis semiótico de su videoclip.
El bloqueo está más que asegurado, ahora que las redes sociales serán las responsables legales de los contenidos compartidos a través de las mismas. Aunque pudiera parecer lo más justo, la cantidad de contenidos que tienen que gestionar son tales que lo más esperable es que a la mínima sospecha, opten por impedir que se compartan dichos vídeos en Europa. No así en otros lugares. Teniendo en cuenta que son miles de personas las que trabajan como generadores de contenidos, el revuelo que se ha creado parece más que razonable y racional. Sobre todo porque muchas de estas personas agregan valor a las propias obras y ayudan a la audiencia a apreciar su valía.
Han sido muchos los artistas que han celebrado la llegada de esta normativa. Y en parte, también su postura es comprensible. Es un conflicto de difícil solución, pero me parece que para hacerlo, es fundamental recordar que las webs gestionan datos, es decir, “no entienden”. Por tanto, quizá es aquí donde se podría comenzar a buscar la solución. Porque si bien es cierto que mucha gente escucha música y ve películas sin pagar un céntimo, también es verdad que muchas de las mismas cobran mayor valor gracias al buenhacer de estos divulgadores y divulgadoras.
