La tecnología está cada vez más presente en nuestras casas, y cuantos más aparatos tengamos más cables aparecerán detrás de los muebles y mesas de escritorio. Suele haber dos focos importantes con marañas de cables: uno el que hay detrás del mueble de la televisión y otro en la mesa del escritorio donde tengamos nuestro ordenador de sobremesa. Hoy nos centraremos en este último caso, ya que, desde el origen de la pandemia, muchas hemos seguido trabajando desde nuestras casas. Hacer de nuestro hogar un espacio habitable y no enmarañado es más fácil de lo que parece.
Lo ideal sería un mundo sin cables, pero, aunque esto cada vez parece estar más cerca, seguimos teniendo numerosos dispositivos que los necesitan. Tener una maraña de cables no solo acumula polvo y suciedad, también causa problemas cuando tenemos que cambiar alguno. Con toda probabilidad a más de una nos ha pasado que, al tirar de un cable, hemos tirado también un disco duro al suelo o desconectado algún que otro dispositivo que no debíamos.
REDUCE LOS CABLES DE TU ESCRITORIO
El primero paso que hay que dar es bien fácil. Tan solo consiste en revisar todos los cables que disponemos y comprobar cuáles son imprescindibles y cuáles no. Por ejemplo, si tienes una impresora wifi, no es necesario que la tengas conectada al ordenador. También, en esta misma línea, resulta interesante la opción que nos ofrecen los teclados y los ratones inalámbricos.
Solo mantén en tu mesa de trabajo aquellos dispositivos con sus respectivos cables que sean estrictamente necesarios.
NO CRUZAR LOS CABLES
Seguro que has escuchado la expresión “se me cruzan los cables” cuando alguien hace referencia a algún lío que ha provocado sin saber cómo. Esta enseñanza también nos vale a la hora de desenredar y agrupar los cables. Se pueden usar, por ejemplo, los clásicos tubos de plástico en forma de espiral con el objetivo de tener un único conducto que sale del ordenador y pantalla hacia la toma de corriente. Lo mismo se puede aplicar a los cables de USB, HDMI, ethernet u otros.
Si separamos los cables que sirven para alimentar eléctricamente nuestro equipo, con respecto a aquellos que usamos para la transmisión de datos, evitaremos posibles interferencias y mejoraremos la velocidad de conexión y la calidad de imagen. Para lograr este orden existen en el mercado etiquetas de velcro que nos ayudan a identificar cada uno de los cables. Y también cabe destacar la importancia de identificar aquellos que ya no usamos. Seguro que nos hemos encontrado un cable enmarañado que no usamos desde hace años.
OCULTAR CABLES
En la escuela siempre nos recomendaban tener un escritorio ordenado para crear un buen ambiente de estudio. Esto mismo ocurre en nuestra vida adulta y con nuestros respectivos trabajos. Se pierde mucho tiempo buscando objetos o desconectando cables cuando alguno de los aparatos no funciona. Si los tenemos agrupados y de fácil acceso optimizaremos el tiempo cuando ocurra algún problema. Y, por otro lado, si mantenemos el espacio de trabajo limpio, la sensación de bienestar se incrementa.
En el mercado hay accesorios en forma de caja que se colocan debajo de la mesa para que los cables estén todos agrupados. Hasta incluso podemos fabricar uno nosotras mismas con materiales que fácilmente encontraremos en una tienda de bricolaje. A este respecto resulta interesante instalar una balda debajo del escritorio en la que situar todos aquellos cables o dispositivos que no queramos tener a la vista.