Cuando trabajas durante mucho tiempo en un medio, una comienza a detectar cuándo una tendencia llega para quedarse. Esto es lo que me sucede con el creciente dominio del contenido audiovisual en la red. Como Mamitech, os he contado mi deseo de que los peques aprendan a programar. Pero también comienzo a darme cuenta de que tan importante como esto es aprender a manejarse con la edición de vídeo, así como a explorar su creatividad. De hecho, si os digo la verdad, procuro trabajar yo también todas estas cuestiones. Independientemente de cuál sea nuestra profesión, en algún momento van a ser destrezas casi imprescindible. Por eso, Storyboarder, un software libre de creación y edición de vídeo, muy sencillo de usar, con el que todos podremos practicar y crear nuestras propias historias.
Con Storyboarder puedes crear tu película de animación
Si hay algo que los peques disfrutan, es dibujar. En general, les das papel y lápiz y son felices. Pueden pasar horas dibujando. Con Storyboarder, podemos aprovechar sus maravillosas creaciones y contar una historia. Para ello, tenemos varias opciones: dibujar directamente desde una tabla gráfica, hacer fotos a los dibujos que tenemos en papel, o recurrir a imágenes que ya tengamos en el ordenador. Además, se puede trabajar junto con Photoshop, Premiere, Final Cut o Avid.
Personalmente, a mí me encanta crear mi película de animación con recursos de todo tipo. A los niños les va genial esta opción también, porque ensancha sus miras. El orden y el cumplimiento de las reglas son muy importantes, pero en la creatividad, es esencial jugar con los límites. De hecho, esta generación millenial que está teniendo tanto éxito personal y profesional en los últimos años, hablan justo de esta idea: de hacer lo que te gusta y romper fronteras entre géneros, disciplinas…
Una vez que hayamos ordenado los dibujos e imágenes, Storyboarder nos permite añadir todo tipo de efectos de sonido, transiciones, títulos, velocidad de imagen… Todo lo que lo que necesitamos para contar lo que deseamos. Incluso, podemos usar esta herramienta para estudiar con los chicos. Por ejemplo, hacer una película sobre el último tema de ciencias naturales, escribir los títulos en inglés e incluir las piezas que estén estudiando en música, teniendo siempre en cuenta lo que está sucediendo en la misma, ¿no te parece una idea genial?
Además, podemos compartir algunas de las escenas en forma de gifs, un medio que está desarrollándose mucho en los últimos tiempos. Más allá de su faceta humorística, cada día son más los profesionales gráficos que están explorando posibilidades artísticas. Imagínate cómo se lo pasarán creando y compartiendo sus gifs o convirtiendo el temario del cole en una cinta de animación o en un meme creado por ellos mismos.
Estimular la creatividad de nuestros niños, y también la nuestra, es fundamental para su futuro emocional y profesional. En un mundo donde lo automático lo llenará todo, el pensamiento divergente será esencial para incorporarse al trabajo, ya que este será lo que nos diferencia de los robots. En cuanto a la relación de la creatividad y la salud emocional, suelo pensar en la siguiente frase de Wtggestein “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. La felicidad y la serenidad se consigue tomando decisiones, pero estas dependen de tu capacidad de nuestro conocimiento y de nuestra capacidad de imaginar. Por ello, pequeños y mayores deberíamos aprovechar cualquier oportunidad para crear e imaginar.
