Hace poco volví a ver la película Snowden. Si la primera vez me sorprendió la falta de control sobre los datos que compartíamos en Internet, esta vez me ha hecho reflexionar sobre la deshumanización a la que nos puede llevar la tecnología. En una escena, un agente vigila a un enemigo a través de un dron. Una vez que lo localiza, aprieta un botón y dispara, sin más. Parecía un vídeo juego, pero no lo era. Él y las personas que estaban a su lado eran humanos. Sin embargo, esa misma tecnología puede usarse también para educar en valores, y las gafas de Realidad Virtual son una herramienta perfecta, ¿quieres saber cómo, Mamitech?
Con las gafas de Realidad Virtual ven lo que no ven
Viajar con Realidad Virtual para que valoren nuestros esfuerzos
Viajar es una vía de conocimiento excepcional para los peques. Sin embargo, no todas las familias pueden permitirse hacerlo. Además, aun pudiendo, cuando nos desplazamos a otros lugares, solemos optar por destinos seguros, o por localizaciones en los que sabemos que no nos ponemos en riesgo, sobre todo cuando vamos con los peques. Esto puede desvirtuar en menor o mayor medida su visión del mundo. Los protegemos tanto que les impedimos ver que muchas personas no tienen las mismas oportunidades que ellos, de forma que no valoran del todo nuestros esfuerzos para que estén bien, ni la suerte que tienen de crecer en un lugar donde esos esfuerzos fructifican.
Así, gracias a las gafas RV pueden ser testigos directos de lo que sucede en esos entornos. Por ejemplo, de lo que significa vivir sin agua corriente, sin libretas, con una muda de ropa, en chamizos o casas de hojalata… Gracias a esa presencia directa que facilitan las gafas de RV aumentará su conocimiento de otras facetas del mundo real, por un lado, y aprenderán a valorar lo que tienen.
Comprenderán las consecuencias del acoso escolar
Todos los niños y niñas han sido testigo alguna vez de una situación de acoso escolar. En la mayoría de los casos, el instinto de supervivencia juega un papel importante. El miedo los paraliza. No obstante, lo ideal es que aprendan a usar ese miedo y que sepan ponerse en el lugar de los demás. Saber qué sienten y que el pánico que aturde al acosado tienen consecuencias más allá de lo que sucede en el colegio o en el instituto.
Para ello, hay diferentes programas inmersivos, como la app Empatía VR de la que hablaremos en el próximo post, que llevan los peques a situaciones de acoso. El objetivo es claro: que se acerquen a los sentimientos de la víctima, que la conozcan, y que sean conscientes de que la intervención de las familias es tan importante como el apoyo de sus amigos.
Entenderán la importancia del trabajo duro
Los talent shows han tenido una ventaja y una desventaja. Por un lado, ha aumentado el interés por diferentes disciplinas artísticas, así como la confianza en ellos mismos, en que pueden conseguirlo. Pero, por otro lado, es fácil que crean que el éxito se puede conseguir con una especie de golpe de suerte, o simplemente porque se tiene un talento natural. Nosotras sabemos que esto no es así. El talento es solo un punto de partida.
En este caso, las gafas de Realidad Virtual pueden servirnos para adentrarlos en las vidas de aquellos que tanto admiran y que sean testigos de su trabajo. Hay muchos documentales en ese sentido. Incluso, podemos aprovechar para que conozcan el funcionamiento de conservatorios, escuelas de alto rendimiento deportivo, clubs informáticos, equipos de gamers… Porque está muy bien que sueñen, pero deben saber también que hacer sus sueños realidad es una cuestión de voluntad.
Con la Realidad Virtual los ayudamos a que experimenten, sientan, vivan, situaciones absolutamente lejanas a ellos. Así es como podemos convertirla en una potente arma de educación en valores, lejos de la deshumanización a la que las teorías distópicas apuntan.
