Hoy muchas queremos que nuestros hijos e hijas aprendan programación. Es el lenguaje del futuro y lo sabemos, pero ¿cómo surgió? ¿quiénes fueron las personas más relevantes en la creación de ese lenguaje que está detrás esa tecnología Mamitech que tanto nos gusta? Evidentemente, se trata de más de una persona. Pero una de ellas, fue Grace Hopper, una programadora y militar que, entre otros muchos premios, recibió en 2016, a título póstumo, la Medalla Presidencial de la Libertad de EEUU
Grace Murray Hopper: de desarmar relojes a programar ordenadores
Muchas veces hemos hablado de la necesidad de que los peques encuentren su talento. Y sobre todo, sobre lo genial que es poderlo disfrutar con alegría. En esto, las madres y las familias tenemos un papel esencial. Si hoy es así, imaginaos cuando se trata de una niña nacida en 1906 en Nueva York. Como ocurre con otras pioneras que hemos traído aquí, la figura del abuelo resultó muy inspiradora para Grace. Ingeniero civil, siempre estimuló el gusto de su nieta por las matemáticas y la mecánica. De hecho, asistió orgulloso a la primera hazaña de Murray Hopper ¡A los siente años desarmó todos los relojes de su casa!
La posición acomodada de su familia le permitió educarse en las mejores escuelas privadas para mujeres. Comenzó sus estudios superiores en 1924 en el Vassar College de Nueva York, para especializarse en matemáticas y física. Por supuesto, se graduó con honores, algo que le granjeó la oportunidad de realizar estudios de Posgrado en Yale, al tiempo que trabajaba en el Vassar College. Sin embargo, en 1943, decidió alistarse en las fuerzas armadas, con el objetivo de derrotar a Hitler. Aunque su deseo era estar en primera línea, por su edad, tuvo que conformarse con permanecer en la reserva.
No obstante, esa decisión tuvo una ventaja: quisieron aprovechar su inteligencia matemática y la seleccionaron para trabajar con el comandante Howard Aiken. La tarea:construir el Mark 1, ¡el primer ordenador micromecánico! Más tarde, continuó con su labor, esta vez, con la creación de aplicaciones. De hecho, desarrolló varios programas de contabilidad para el Marl I. Tas esto, colaboró con la Eckert-Mauchly Corporation en Philadelphia, donde concibió otros dos ordenadores, el BINAC y el UNIVA I, el primer ordenador comercial, y desarrolló también el primer procesador de datos en inglés de la historia.
Esto le llevó a lo que de verdad marcó una diferencia: la creación del lenguaje COBOL, un lenguaje de programación más intuitivo. Sus usuarios no tenían por qué ser expertos en programación para usarlo. Un paso fundamental para el surgimiento de los ordenadores personales y, por supuesto, de los smartphones, tablets, iphones, ipads…
Si habéis visto las películas sobre Steve Jobs o habéis leído su libro, recordaréis que sus obsesiones eran dos: la belleza y la usabilidad. Para conseguir esta última, el trabajo de Grace Murray Hopper fue fundamental, ya que contribuyó a la creación de un código como COBOL. Todo ello compatibilizado con una intensa actividad como oradora. De hecho su presencia en los eventos y conferencias sobre matemáticas y computación era muy codiciada, por su innovación también en su estilo. Y es que quien es curiosa y creativa lo es en todo lo que hace.