La educación es un pilar fundamental en el desarrollo de las sociedades modernas. En un mundo cada vez más digitalizado, la tecnología se ha convertido en una herramienta indispensable en las aulas de todo el mundo. Sin embargo, la UNESCO ha propuesto un concepto que ha generado controversia: el “Apagón Digital” en las escuelas. Países como Inglaterra y Finlandia ya están tomando medidas, en especial en las etapas de primaria.
¿En qué consiste el apagón digital que recomienda la UNESCO?
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha puesto la voz de alarma en el desalentador contexto en el que nos encontramos. Los menores viven enganchados a sus smartphones, impidiendo una adecuada concentración durante su aprendizaje. Debido a las implicaciones derivadas de esta cuestión, la UNESCO propone desconectar temporalmente los dispositivos electrónicos e incluso la conectividad a internet en las escuelas. El objetivo persigue fomentar la reflexión sobre el uso que damos a la tecnología en el entorno educativo con el fin de promover un mayor equilibrio entre el mundo digital y el mundo real.
Según se argumenta en la propuesta, el apagón digital permitiría a los estudiantes regresar a actividades más tradicionales como la lectura, la escritura a mano y el trabajo en equipo. De esta forma se daría rienda suelta a habilidades fundamentales como la creatividad, la comunicación y la resolución de problemas.
Las implicaciones del apagón digital
La desconexión del mundo digital, al menos durante la presencia de los alumnos en el colegio, plantea una serie de cuestiones y desafíos que merecen ser debatidos. En concreto se busca el hallazgo de un equilibrio entre lo digital y lo analógico. Llegar a entender que ambos se complementan. La capacidad de desconectar es esencial en la vida cotidiana y en el trabajo.
La utilización de la tecnología en el aula nos lleva a una toma de conciencia sobre los posibles abusos o distracciones que puede traer consigo y fomentar un uso más consciente y responsable. Asimismo, un control de su presencia puede evitar problemas de ciberacoso, una de las mayores dificultades a las que se enfrentan padres y educadores en la actualidad.
Esta medida debería verse más como una oportunidad para que los estudiantes interactúen de manera más significativa. Se han ido perdiendo habilidades entre las que se encuentran la comunicación verbal y la empatía. La UNESCO cree que el alumnado está a tiempo de regresar a las actividades no digitales.
Equilibrio entre lo digital y lo real
Los beneficios de desconectar son más que evidentes, pero es importante reconocer que vivimos en un mundo altamente digitalizado. Los estudiantes también necesitan desarrollar habilidades digitales para tener éxito en la sociedad actual y en el futuro. Conseguir el equilibrio está en manos de todos: educadores, padres, tutores y alumnos.
La UNESCO vuelve a resaltar el papel de la tecnología en la educación, cuyo acceso o no da lugar a desigualdades sociales muy a tener en cuenta. Los colegios del siglo XXI deben proporcionar una combinación de lo mejor de ambos mundos: el digital y el analógico. El futuro sin duda estará lleno de desafíos, como por ejemplo el de la inteligencia artificial, pero también de grandes oportunidades que todavía somos incapaces de imaginar.