En una época en la que prácticamente todo está digitalizado, reaparece el gusto por las cosas tangibles, auténticas, retro. El campo de la fotografía no se salva de la moda que dicta un retorno al pasado. Fujifilm nos trae, para las nostálgicas que quieren darle un toque vintage a sus fotografías, todo lo bueno de ayer combinado con la mejor tecnología de hoy: la Instax Mini 25. Se trata de una mini-cámara instantánea compacta que imprime fotografías del tamaño de una tarjeta de crédito (46x 62mm) a todo color. Desde que me llegó no he parado de usarla. Si sois amantes de la fotografía seguid leyendo. ¡Os cuento todas las ventajas y resultados de esta cámara!
Se trata de una cámara con un objetivo de 60 mm. Gracias a esto y a la lente close-up que incluye, podéis hacer tanto fotos desde muy cerca a objetos muy pequeños para maximizarlos, hasta retratos -ya que incluye un objetivo de primer plano-, pasando por fotos de paisajes. Y como cámara moderna que es, cuenta con un pequeño espejo cerca del objetivo para poder hacer selfies.
El flash es automático, lo cual permite fotografías de buena calidad aunque haya poca luz y cuenta con un sistema de compensación automática de exposición. Consigue de esta forma el deseado efecto vintage, que se da por el contraste y vivacidad de colores. Aunque esto último se consigue en gran parte por las películas que Fujifilm, avalada por su trayectoria histórica como marca en el sector fotográfico, ha desarrollado especialmente para los modelos instax: más alargadas, lo cual conceden un estilo que la diferencia de los modelos anteriores de la marca.
En casa todos estamos enamorados de ella. Sobre todo mi hijo. Creo que le estoy transmitiendo mi pasión por la fotografía. Tiene un pequeño álbum donde guarda todos los momentos que ha captado con la Instax Mini 25. Aunque es cierto que las películas salen un poco caras y a veces tengo que esconderla. Los packs de 2 carretes, con 20 fotos por hacer en total, oscilan alrededor de los 20 euros. Este es el precio que hay que pagar por una cámara pequeña que apenas pesa (275 gramos), perfecta para llevar en el bolso a todos lados y que da unos resultados divertidos, retro y originales. ¡Me encanta!