Personalmente adoro las cámaras de fotos, y aunque los smartphones ofrezcan muchas posibilidades las sigo utilizando. Pero la verdad es que con toda la tecnología que va saliendo al mercado cada vez se lo ponen más difícil. El smartphone se está convirtiendo en teléfono, cámara de fotos, consola de juegos y mucho más. El fenomeno del selfie stick, también llamado palo selfie, ha llegado a todas las ciudades. En Navidad me regalaron uno y el otro día me llegó otro de la marca de moda infantil Zippy. Fui a hacer un taller a la Sagrada Familia de Barcelona y todos los extranjeros estaban como poseídos comprando su palo selfie ¿Permiten subirlo al avión en el equipaje de mano? Yo lo veo hasta un arma peligrosa y ya no porque te peguen en la cabeza con él, sino porque empiezas a hacer fotos y fotos y fotos y fotos y fotos, hasta que te dislocas un hombro o pierdes a los amigos por pesada. Bueno, vamos a analizar en Mamitech este nuevo prodigio de la tecnología doméstica.
La verdad es que el palo selfie empezó como algo más bien freak y se ha convertido en un accesorio imprescindible para el smartphone o cámara. El boom se produjo en las Navidades pasadas cuando Amazon anunció que se habían disparado las ventas en un 400%. Su utilidad es muy fácil de descubrir: se trata de un stick extensible con un botón que va conectado a tu smartphone o cámara y realiza una fotografía. Es como un trípode para la cámara, pero mucho más simplificado y fácil de usar.
Por cierto, ¿sabíais que este dispositivo de moda para hacerse autorretratos fue ideado hace 90 años por Arnold Hogg, abuelo de un periodista que envió una imagen a la BBC mostrando un artilugio similar a los que se comercializan ahora? Mirad la foto: aparece el inventor del palo selfie junto a su esposa Hellen el ¡Día de su boda! ¡Toma ya! Era 1925.
El tamaño del palo selfie es muy importante, ya que cuanto más pequeño sea más fácil nos será llevarlo a todas partes doblado sin que resulte incómodo. Es lo único que nos faltaba en el bolso a las madres ¿No creéis? (Ironizo). Eso sí, podemos enseñar a nuestros hijos a utilizarlo mientras nos reímos un buen rato. Ojo que el móvil puede caerse. No os confiéis. Puede servirnos para actividades en casa, comidas familiares, un día en la playa, una visita cultural o lo que queramos. A mi lo que me parece mejor es que permite hacer fotos altas, donde no llega mi brazo y así, evito cortar cabezas. Me siento un poco como Elastic Girl, la mamá de los increíbles. Se puede ser muy creativo si os lo proponéis ¿Verdad?
Hay diferentes modelos en el mercado. En este artículo que comparto tenéis los 7 mejores palo selfie o selfie stick para autofotos. Los más prácticos son los que llevan un botón con la conexión a bluetooth directa que activa el obturador. Los hay con un mando a parte pero yo ya he perdido uno y el otro se me ha roto al estrellarse en el suelo. Los tenéis de muchos colores. ¿Qué opináis de este gadget?
