El futuro de TikTok en Europa podría estar en entredicho. La cuarta red social más popular del mundo ha entrado en 2023 con el temor de ser prohibida en todos los países pertenecientes a la Unión Europea. Sin ir más lejos, el Senado de Estados Unidos aprobó hace unos días, y por unanimidad, una norma que prohibiría el uso de la aplicación a los empleados federales por motivos de seguridad nacional.
TikTok es propiedad de ByteDance, una compañía de origen chino que cambió su sede a Singapur en 2020. Según los expertos, el gobierno del gigante asiático podría acceder a los datos de los usuarios a través de la aplicación, en especial al historial de búsquedas y a la ubicación de los dispositivos. Por esta razón, las fuerzas armadas estadounidenses también han prohibido que sus miembros instalen dicha app en los dispositivos militares.
TikTok incumple la legislación actual europea
Las alarmas también se han disparado en Europa. No son pocos los políticos que afirman que ByteDance incumple con la legislación actual referente a la Ley de Servicios Digitales, más conocida como la DSA, que entró en funcionamiento hace unos meses. Y no solo preocupa la protección de datos, sino también la proliferación de “fake news” que favorezcan directamente a los propios intereses de China.
Si la compañía que hay detrás de TikTok se niega a cumplir la reciente Ley de Servicios Digitales, se expone a multas de carácter económico, a una limitación parcial en suelo europeo e incluso a la prohibición total. El comisario de la Unión Europea Thierry Breton notificó al CEO de ByteDance, Shou Zi Chew, su intención de “hacer todo lo posible para proteger la privacidad de los ciudadanos de Europa”. Breton sentenció que, de incumplir la citada ley, Europa cerraría esta aplicación dentro de sus fronteras.
Debate sobre el uso de TikTok entre los adolescentes
Del mismo modo, en las instituciones europeas, al igual que en sus homologas norteamericanas, hay cierto debate sobre si el contenido de TikTok es perjudicial para la formación y salud mental de los adolescentes. A través de ella pueden recibir comentarios sin filtro y asumir retos de carácter viral que puedan ser altamente perjudiciales a su salud. Asimismo, la red incluye vídeos cargados de groserías, chistes con doble sentido y material de carácter sexual.
El uso de TikTok afecta al cerebro, activando la dopamina, el neurotransmisor encargado de la regulación de diversas funciones como la conducta motora, la emotividad y la afectividad. Dentro de este grupo también se incluye el llamado sistema de recompensa. Ver vídeos de manera continuada genera un placer inmediato, haciendo que la actividad cerebral quiera repetir esa experiencia una y otra vez. Es decir, creando una dependencia adictiva en el individuo.