En los últimos días nos hemos sorprendido con la primera víctima de la Ballena azul en España. A pesar de su origen ruso, en apenas un año se ha hecho viral por todo el mundo, lo que constituye una señal de alarma importante. La facilidad con la que se ha expandido indica que algo está pasando en nuestros jóvenes, algo que no sabemos calibrar. Nosotras, las Mamitechs, navegamos en internet y conocemos los problemas de frustración, desesperanza y soledad de los adolescentes. Los comentarios en ciertos vídeos o posts son reveladores.
Supongo que como os pasa a vosotras, no puedo evitar sentir miedo por mi familia. Por eso, un día como hoy, con el acoso escolar en el centro del día, me ha parecido buena idea hablar hoy de cómo proteger a los hijos de este escabroso juego. Como sabes, este consiste en pasar 49 retos hasta llegar al último: el suicidio. En realidad, todos los desafíos son una forma de ir acercándote poco a poco al final. Como si se tratara de un tutorial.
Qué hacer para alejar a los niños de “La balllena azul”
Cada persona es un mundo, es verdad, pero la serie de Netfix, 13 razones, nos da una idea de lo que nuestros hijos pueden pasar en el instituto y de cómo silencian sus inquietudes. La adolescencia puede convertirse en un proceso muy doloroso. Es el momento en el que más necesitas pertenecer a un grupo, pero, al mismo tiempo, también es una época donde hacerlo es muy complicado. Las reglas y la jerarquía son estrictas, por lo que si difieres un poco de ellas, ya estarás en riesgo. Sobre todo, si no estás emocionalmente preparado, ¿pero cómo estar preparado para ser uno mismo, desafiar el orden establecido y no caer en el aislamiento?
Cuidar su autoestima: apoyar sus sueños
Muchos adolescentes caen en la “ballena azul” porque no tienen esperanza, no creen en el futuro porque no creen en ellos. Todos queremos que nuestros hijos sean aceptados y, por ello, les pedimos que sean “normales”. Que hagan las mismas cosas que hacen los demás. Si un día nos dicen que quieren ser pintores, cantantes, diseñadores de vídeo juegos o físicos, en seguida se nos encienden las alertas. Y, en ocasiones de manera inconsciente, hacemos todo lo posible por quitárselo de la cabeza. Esto incluye no ignorar sus aficiones o intentar que tenga otras. De lo contrario, él o ella no sentirá el apoyo familiar.
Vigilar sus cambios de humor
Cuando alguien está en una depresión o a sus puertas, su comportamiento cambia. De repente, se vuelve más retraído y busca cualquier oportunidad para estar solo. Se produce también una pérdida de interés en aquello que antes era vital. Sin embargo, notarás que cada día pasa más horas frente al ordenador o al teléfono. Los smartphones son muy importantes. Antes de que aparecieran, era más fácil detectar el enganche a internet, porque tenían que irse a su cuarto. Ahora, pueden estar consultando cuál es el siguiente reto en el siniestro juego, o recibiendo insultos, justo enfrente de ti. Mientras veis el telediario.
Acceder a sus redes sociales
En este caso, te invito a que leas un post en el que hablo de aplicaciones móviles muy útiles en este sentido. Sé que cuesta dar este paso, que supone un conflicto entre el respeto a la intimidad y la necesidad de proteger a los hijos. Pero no olvides que a pesar de su apariencia adulta, son muy vulnerables a los estímulos externos y si no encuentran sosiego fuera de la red, ¿por qué no buscarlo en ella? Dicha búsqueda les puede llevar a encontrar una fuente de felicidad y realización o, por el contrario, a personas o redes que alimenten su desconsuelo. Por ello, es bueno que estemos pendientes.
La “Ballena Azul” es uno de los peligros de internet. Por tanto, estos consejos son útiles para comprobar si los están acosando, si son acosadores, si se encuentran solos… Recuerda que no basta con rastrear su actividad en internet, también es fundamental que estés pendiente de su manera de actuar cuando esta offline.
