La semana pasada actué como embajadora de Ecovacs en El Corte Inglés. La marca de robótica para el hogar me pidió que hablara de mi experiencia con sus robots de limpieza (a vosotras os lo he contado aquí) y que explicara a las asistentes cómo me organizo en mi día a día. Estoy convencida de que no soy un ejemplo, porque al igual que todas vosotras, frecuentemente siento que no llego a todo y que me gustaría tener un giratiempos, como el de Hermione Granger en Harry Potter, para retroceder en el tiempo y hacer que los días tengan más de 24 horas.
No obstante, con los años he aprendido que quizás la solución pase por exigirnos menos tareas y concentrarnos al 100% cada momento en lo que hacemos. El otro día vi un documental que hablaba del estrés mental. De la conexión entre la mente humana y la salud física.
Pensad que antiguamente si vivíamos en la selva y nos perseguía un tigre, dedicábamos el 100% de nuestra energía a huir del tigre. Existía una amenaza salvaje contra nuestra vida. Ahora la razón puede ser tu jefe, tu hijo, tu marido, el whatsapp, tus clientes, que tienes que pagar el alquiler o la hipoteca. Pero el sistema reacciona igual ante esta situación de estrés, liberas cortisol, adrenalina y noradrenalina.
Pero si tienes una situación de lucha o huida continua, de estrés diario, movilizas los recursos de tu intestino, del sistema inmune, de los centros cerebrales y mandas energía a los músculos para que luchen por tu vida, pero no lo necesitas. ¿Qué ocurre? Pues que tu memoria ya no te funciona tan bien, se disminuye tu concentración, no puedes hacer bien la digestión, no puedes eliminar bien las toxinas y el sistema inmune se ve afectado. Esto de forma crónica, es decir todo el tiempo, todo los días.
Las hormonas del estrés afectan al sistema inmune y como resultado nos ponemos enfermos y hasta muy enfermos.
¿Cómo vivir sin estrés? Teniendo claro que no podemos llegar a todo. Dejar de castigarnos con pensamientos negativos si hemos olvidado algo, llamar a alguien o hacer algo que ¿era importante? O ¿era vital? ¿Nos comía el tigre?
Algunos trucos
1. Organiza tu agenda familiar con tiempo, ten claro cada mes qué va a pasar, avánzate y planifica todo lo que puedas. Y el domingo revisa lo que te espera esa semana pero previamente no te comprometas a hacer más de lo que vas a poder hacer. Aprende a decir NO y ganarás en autoestima.
2. Lo que hayas decidido hacer hazlo al 100%. Es decir, no podemos estar atendiendo tantos estímulos. Si estoy redactando no miro el mail, no miro el whatsapp, no atiendo el teléfono. Si estoy con mis hijos el teléfono está conectado en la habitación y cuando estamos en la habitación el teléfono se queda conectado en el comedor.
3. Aprende a aburrirte. Deja espacios vacíos en la agenda y no busques a priori como llenarlos. Vivimos en la era de ‘ociofobia’ que es el terror al reposo, el miedo a descansar y no ocupar el tiempo con tareas que no sean propiamente ‘provechosas’ a nuestro parecer. Llevamos un ritmo tan alto que cuando un sábado o un domingo no hemos planificado nada nos coge hasta ansiedad, en plan ¿estaremos perdiendo o desaprovechando el tiempo? El problema es que cuando planificamos el descanso, por ejemplo en vacaciones, llegamos tan cansados y con tanto estrés mental que ahí enfermamos.
4. Come sano, haz ejercicio cada día (recomendado por la Organización Mundial de la Salud) y descansa, duerme bien. El descanso es reposo y tu cuerpo lo necesita para seguir funcionando. Aunque te parezca que eres capaz de dormir poco y llegar a todo no es así. Los pensamientos balsámicos producen reacciones químicas balsámicas. Si tu cuerpo se siente bien tu mente se siente maravillosamente bien.
5. Busca las ayudas adecuadas. No puedes con todo, ni tienes que poder. Haz lo que te gusta y lo que NO se te de bien delégalo: a alguien para que te planche, a un familiar para que ayude a los peques, a un profe para que les ayude con la lección, a un personal shopper para que te haga la compra o a un robot para que te haga la limpieza. La tecnología llegó para ayudarnos y jamás debe convertirse en nuestra condena. Hagamos un buen uso de ella.
Explicaba que en mi última visita al Mobile World Congress, más allá de ver las innovaciones de móviles, me fui a ver todo lo que era robótica en el hogar. Y aluciné, es una tendencia. Creo que era la parte más amplia e innovadora del Mobile. Descubrir el robot de Ecovacs para mi ha sido como cuando descubrí el lavavajillas o la secadora.
Y ahora voy a explicaros cómo utilizo yo mis robots de Evocacs.
Cómo me ayuda Ecovacs
1. He tenido dos modelos, porque Ecovacs tiene productos para todas las necesidades, personas y familias, con un rango variado de precios. Yo he tenido un Evocacs aspirador y ahora tengo un robot que también friega y aspira al mismo tiempo (el Ozmo 930). La experiencia con ambos es buenísima.
2. Lo que destaco del producto, y lo he escrito en mis artículos, es su facilidad. No tenéis ni que leer el manual de usuario. Es muy intuitivo utilizarlo, ponerlo en marcha y limpiarlo. Esto es importante, limpiarlo después de cada actuación no es un engorro.
3. En casa nos hemos acostumbrado tanto a él que le tenemos cariño. Nos encanta ver cómo solito se vuelve solo a su estación de carga sin molestar a nadie. Es casi como nuestra mascota, de hecho los dos que hemos tenido tienen nombre propio: Linda y Lilly.
4. Incluso mi hijo ya no utiliza la escoba. Si se le caen miguitas en la cocina veo que va a coger el robot de Ecovacs y lo pone en marcha cerrando las puertas de la cocina para que la limpie.
5. Con esto os quiero contar que es totalmente seguro para los niños, ni se pillan un dedo con él, ni pueden contarse o electrocutarse con la estación de carga en el suelo, por ejemplo, los bebés y las mascotas. La seguridad es lo primero en Ecovacs.
6. Como cualquier producto hay que cuidarlo. Vosotros cuidáis vuestros móviles o la cafetera ¿no? Pues el robot aún no se limpia solo. También cuando está trabajando le ayudaréis si apartáis de los espacios todo lo que sacaríais si pasarais la escoba. ¿Verdad que no podéis barrer con juguetes o con ropa tirada en el suelo? Pues lo mismo.
7. Es mucho más silencioso que un aspirador tradicional y que otros modelos de otras marcas. Y el hecho de que se pueda controlar desde el móvil con su app, que también es súper intuitiva, es genial porque puedes activarlo desde cualquier lugar y marcar la zona que quieres que limpie para que cuando llegues a casa haya hecho el trabajo por ti.
Tenéis robots de hogar de Ecovacs desde los 199 euros. Los hay para cada tipo de familia y necesidad.