“La playlist”: la serie de Netflix sobre el origen de Spotify

De nuevo regresamos al mundo del streaming recomendando una miniserie titulada “La playlist”. Se trata de una producción sueca que narra cómo el empresario tecnológico Daniel Ek y su socio comercial Martin Lorentzon revolucionaron la industria de la música a través de la transmisión de contenido gratuito y legal cuando lanzaron Spotify.

El visionado de la serie, en cada uno de sus seis capítulos, nos ofrece una perspectiva diferente de la historia: el creador, la abogada, la industria discográfica, los diseñadores informáticos, … Y lo más importante, profundiza en un debate que arrancó a principios de siglo sobre el uso libre (o no) de la música, y la cultura en general, por internet.

¿Cómo era el mundo en 2002?

La serie arranca con la profunda crisis que vivió la industria discográfica a principios del siglo XXI. El primer capítulo pone el foco de atención en un portal llamado The Pirate Bay, cuyos responsables se jactaban de estar abriendo un nuevo mundo, aprovechando lo digital, en el que los viejos modelos de la industria discográfica iban a desmoronarse. No obstante, las nuevas generaciones continuaban compartiendo su música favorita sin ningún tipo de control en la red. The Pirate Bay era, y sigue siendo, un motor de búsqueda y rastreo de ficheros BitTorrent (.torrent) en el que es posible realizar búsquedas de todo tipo de material multimedia.

En Suecia, los responsables de The Pirate Bay fueron llevados a juicio y acusados de apropiación indebida de los derechos de autor. La web se nutría de publicidad, en especial de portales pornográficos, cuyos ingresos iban directamente a los desarrolladores de la misma, y no a los autores y productores musicales. Los jueces fallaron a favor de la industria, condenando a los jóvenes a la cárcel y a soltar una importante indemnización. Sin embargo, esta sentencia no sirvió absolutamente para nada, ya que otros portales continuaron ofreciendo música gratis sin ningún control.

La propuesta de Daniel Ek

Daniel Ek se graduó en la escuela de secundaria y posteriormente estudió ingeniería antes de abandonar la carrera para centrarse en su estudio y desarrollo de sistemas de información como aplicaciones software y hardware de computadoras.

La primera incursión de Ek en el mundo de los negocios comenzó a los 13 años cuando comenzó a crear sitios web para clientes desde su hogar. Posteriormente, en 1999, a la edad de 16 años, buscó trabajo en Google, algo que por aquel entonces era casi completamente nuevo. Ek tuvo la idea de Spotify en 2002 cuando se cerró el servicio de música Napster y se popularizó otra plataforma para descarga de contenido multimedia ilegal llamada Kazaa. Ek manifestó que “nunca se puede legislar lejos de la piratería. Las leyes definitivamente pueden ayudar, pero no resuelven el problema. La única forma de resolverlo era crear un servicio que fuera mejor que la piratería y al mismo tiempo compensara a la industria de la música, eso nos dio Spotify

El nombre Spotify fue creado de la unión de dos palabras: spot e identify. Ambas son parte de la filosofía de esta popular aplicación. Es decir, que con la aplicación sus creadores quieren que puedas spot (localizar, detectar) e identify (identificar) tu música favorita.

Con otros compañeros desarrolló una plataforma visualmente muy bonita y limpia (y sin publicidad pornográfica), en la que los usuarios pudieran escuchar música en línea, sin descargársela. Además, la escucha es automática, y no hay que estar esperando a que se conecte a vete a saber que servidor. Asimismo, al no tener que descargar nada, no se expone el equipo informático a ningún virus.

Sin embargo, las leyes de los derechos de autor le impidieron en un primer instante hacerse con esos temas musicales. Por ello, hay un capítulo entero dedicado a las cuestiones legales.

¿Cómo programar un servicio de streaming como Spotify?

La serie está planteada desde un punto de vista muy divulgativo. Y este aspecto es sumamente importante para que el público general comprenda los términos informáticos y otras cuestiones más complejas. En más de una ocasión, los protagonistas rompen la “cuarta pared”, miran a la cámara y se dirigen al espectador directamente. Esto ocurre mucho en el capítulo dedicado al informático que desarrolló el programa.

En más de una ocasión, Daniel Ek insiste en que Spotify debe ser una “página preciosa”. La mejor que se encuentren los usuarios. Andreas Ehn, el desarrollador informático debe esmerarse para conseguir este deseo. Y vaya si lo consigue.

Asimismo, el play de las canciones debe ser inmediato. Este punto fue el que más problemas les produjo. Había dos opciones:

  • Utilizar un servidor. La opción más cara y costosa de mantener.
  • Utilizar una red P2P. P2P (Peer to Peer) significa de colega a colega, y son aquellos programas que permiten a los usuarios de Internet conectarse entre sí y compartir archivos que están en sus ordenadores. Ejemplos de esta tecnología pueden ser programas como eMule, Soulseek o BitTorrent, en la generación más avanzada.

Al final se optó por una solución híbrida, en la que primero se conectaba a la red P2P, y luego al servidor en un 10% de las ocasiones, para después regresar a la red P2P. De esta forma se aseguraban la conexión casi inmediata.

Por otro lado, la cuestión de la velocidad les llevó a realizar un nuevo cambio significativo en el protocolo TCP / IP, el conjunto de reglas estandarizadas que permiten a los equipos comunicarse en una red como Internet.

¿Cómo se convenció a la industria discográfica?

Hubo varios temas que terminaron de convencer a la inmovilista industria de la música:

  • Por un lado, les darían acceso a los datos de los usuarios. No a los datos personales, sino los referentes a los gustos. De esta forma podrían saber de primera mano el estado del mercado.
  • Se popularizaron artistas con los cuales luego consiguieron mucho dinero a través de giras internacionales. También el merchandising tuvo que ver bastante en este punto.
  • Se ha reducido el canal entre el emisor y el receptor. Un artista graba sus canciones en su casa, y la gente lo puede escuchar a los pocos días sin tener que pasar por la intermediación de la industria discográfica.
  • Se terminó por imponer la publicidad, cada seis canciones, o la versión premium. A través de la cual la industria discográfica cobra su parte.

En este enlace podréis ver el tráiler de la serie.

 

 

 

Maria Jose Cayuela

La tecnología llegó para salvarnos la vida y ayudarnos en nuestro día a día, pero también nos preocupa cuando no se hace un buen uso de la misma. En este blog os presentaré los artilugios tecnológicos más geeks pero también hablaremos de redes sociales, de internet, de educación y de todo lo que nos preocupa y rodea a la tecnología cuando no es educativa.

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