La profesión de dj está muy lejos del antiguo pinchadiscos. Ser un buen dj significa ser un buen músico, pero también un experto en tecnología. Además, despierta su creatividad, su capacidad para relacionar conceptos abstractos otros concretos y les ayuda a expresar sus sentimientos. Teniendo en cuenta la popularidad de que esta figura disfruta, es posible que sea el mejor camino para que los peques se acerquen a la música. Mientras que asocian el pentagrama con lo antiguo y pasado de moda, el dj es toda una estrella. Mucho más atractivo, ¿verdad Mamitech?
Ventajas de iniciarse en la música electrónica
Fomenta la cultura musical: facilita la tolerancia
Si algo nos ha enseñado Amaia Romero, la última ganadora de Operación Triunfo, es que la cultura musical suma. Y no solo en el caso de que los peques quieran dedicarse a esta campo artístico. La música es un arte que refleja los sentimientos y las ideas de diferentes épocas y de distintos grupos sociales. Por tanto, el conocimiento de estas manifestaciones los pone en contacto con realidades que difícilmente conocerían de otra forma. Además, no lo hacen a través de textos o documentales, sino a través de las emociones que los diferentes contextos suscitan.
Como sabemos, todo aquello que se inserta en nosotros a través de los sentimientos, perdura en nuestra memoria y comienza a formar parte de nuestra forma de ser, incluso de forma inconsciente.
Aprenden a relacionar lo concreto con lo abstracto
Convertirse en un buen dj es convertirse en un buen compositor de experiencias o de piezas musicales. Para ello, tienen que hacer algo tan complicado y tan bonito como vincular sonidos con emociones concretas. Para conseguirlo, necesitan reconocer las emociones básicas, para poder recrearlas o contrarrestarlas a través de sus composiciones o sus sesiones.
La habilidad para relacionar saberes será indispensable en su futuro, ya que esta será una de las características que los diferenciará del resto. Además, la inteligencia emocional es una de las pocas facetas en las que el ser humano superará a los robots.
Los acerca al aprendizaje continuo
Si hay algo de lo que los profes se quejan es de la falta de curiosidad de muchos niños. Seguros de que encontrarán todo lo que necesitan en Internet, han dejado de preguntarse cosas. Pensad que la necesidad es la base del conocimiento. La naturaleza de esta afición es contraria a esta desidia. No solo te lleva, como decíamos, a buscar beats y samples en épocas anteriores. Por el contrario, te anima a estar actualizado en la producción artística actual, así como en los distintos dispositivos tecnológicos que enriquecen su tarea. De hecho, a medida que vayan creciendo querrán programar sus propios softwares de edición de música.
Aprenderán a respetar el trabajo de los demás y a valorar el trabajo colaborativo
En esencia, el dj trabaja con las creaciones de otros músico. En consecuencia, desde que se inician en la música toman consciencia de que su poder creativo sería mucho más pobre sin lo que han hecho otros. Que su innovación es consecuencia de la innovaciones de los demás. Por tanto, valoran sobremanera sus esfuerzos.
Por otro lado, al manejar archivos digitales, están en disposición de crear una pieza o una sesión con otros amigos del cole, del instituto o, incluso, con desconocidos que viven en países completamente diferentes pero con los que comparten una misma visión.
Así, podemos inscribir a nuestros hijos en talleres de dj este verano o durante el curso, con el mismo entusiasmo que lo hacemos en las escuelas de música. Comparto el vértigo que podemos sentir a la hora de imaginarnos a nuestros hijos ejerciendo esta profesión: la imagen que se proyecta no siempre es la que deseamos para nuestros hijos. Sin embargo, constituye una vía muy poderosa para unir inteligencia emocional, creatividad y dominio de la tecnología. Todas ellas competencias imprescindibles para su futuro profesional, en el ámbito que sea, y para su felicidad.
