Cuando eres una romántica empedernida no puedes evitar que te apasionen las fotografías vintage. Todas. Y cuando son tipo instantáneas, más aún. Ese revelado automático es cautivador: hiperventilas cuando haces la foto con una cámara más grande que tu impresora a poco y cuando sale la instantánea te quieres morir. Sí: las románticas somos así de pavas. El problema es cuando eres una romántica pero no una gran fotógrafa. Las cámaras instantáneas tienen su aquel: por un lado, no sacan exactamente lo que ves a través del visor y por otra estamos muy acostumbrados a la comodidad de lo digital. Todos lanzamos varias fotos para ver cuál es más chula y claro, al precio al que va el papel de cámara instantánea es un NO WAY descomunal.
Por eso me encanta Instax Share, la impresora de Fuji que imprime las fotografías en formato instantáneo y también lo hace en el momento. Estamos de acuerdo en que una cámara con un color pastel y aspecto cuqui es mucho más chulo, pero no nos engañemos, las fotos son a veces un poco random. Si lo que quieres es el resultado y no el postureo Instax Share es tu opción.
Instax Share utiliza los mismos carretes que la cámara Instax Mini. Vienen en cargas de 10 disparos. Esto se corresponde con las 10 luces que aparecen en a la izquierda del frontal. El otro indicador es el de la batería de la impresora. Cuando encendamos la impresora sabremos cuántas fotos nos quedan.
Cuando compramos la impresora lo único que tenemos que hacer es colocar las pilas, que vienen incluidas, y poner una carga. Es realmente sencillo de hacer: las cargas cuentan con una marca amarilla que tenemos que cuadrar con la que aparece en el espacio interior de la inpresora. Una vez lo hemos hecho hay que mandar una foto QUE NO SE IMPRIMIRÁ porque saldrá la tapa que protege el cartucho. Y ya está. Listos para funcionar.
Lo siguiente es descargarnos la aplicación Instax Share en nuestro móvil. Está disponible para Android y para iPhone. Con ella tenemos dos opciones: una, hacer una foto en ese momento con el teléfono e imprimirla en la Instax Share o bien coger una foto que hayamos hecho previamente. A mí me gusta mucho más esta opción: podemos coger cualquier foto, pasarla por nuestro editor de imagen preferido y lanzarla por la impresora para obtener un resultado mejor.
En mi caso, he cogido una foto que hice con mi cámara de fotos y pasé al móvil a través de la tarjeta FlashAir y la he cargado. Cuando la tienes como quieres, le das a imprimir y la cámara conecta con el móvil directamente. Si es la primera vez que la usas es posible que tengas que ajustar la contraseña. La impresora se conecta por wifi a tu móvil. Si buscas en ajustes de conexión encontrarás que hay una red que se llama INSTAX y un número. Esa es la cámara. La contraseña por defecto es 1111 pero puedes cambiarla.
Cuando le damos al botón, sale la foto haciendo su característico ruido. La foto está en blanco, pero es lo normal. Evitad las ganas que tenéis de agitarla: no es el mejor medio para revelarla. Si queréis acelerar el proceso hay que darle calor frotándola contra la ropa, por ejemplo. Poco a poco va viniendo el color en un minuto tenéis la fotografía perfecta en vuestra mano.
Las fotos son una monada: tienen un tamaño genial para colocarlas en la cartera o en la trasera del móvil. Yo aproveché para hacerme una foto con Boticaria García cuando le pedí que me autografiara su libro y la puse junto a la dedicatoria. ¿Es imprescindible? En absoluto. Pero es una cosa realmente cuca, especial y que tiene su coña. Cuesta un poquito más que la cámara Instax Mini, pero sinceramente si tuviera que elegir entre las dos (y también la tengo por razones que no vienen al caso) me quedaría con la impresora sin dudarlo.
Sobre la autora de este post
Soy Sara Palacios, aunque en la red muchos me conocen como Walewska, mi nombre de guerra. Soy curiosa, inquieta, seriéfila, gafapastas y a ratos pedante. Los que me conocen dicen que tengo mucho sentido del humor y yo no sé si soy graciosa o no, pero que me gusta reírme continuamente es un hecho. ¡Soy una optimista incorregible! Mi mundo cambió cuando en 2006 tuve a mi hija Aldara y se terminó de dar la vuelta cuando tres años más tarde nació Mencía. Me podéis leer en Mamisybebes.com y en Mujeresymadresmagazine.com.
Gracias por tu reseña Sara. Veo que salió la segunda versión de esta cámara con cable para cargarlo, pero el precio es mayor claro… sabes cuánto duran las baterías en esta cámara?